El gobernante sometió hoy también ante la reunión en Glasgow, Escocia, de la Convención Marco y el Acuerdo de París de 2015, la incorporación de mecanismos alternativos al de mercado para acceder a financiamientos de los países desarrollados, añadió Bolivia TV.
Arce, tras sostener una reunión con líderes del Grupo de Países en vías de Desarrollo de Ideas Afines que preside Bolivia, sugirió crear “un financiamiento oportuno” para ayudar a los países en desarrollo a enfrentar el cambio climático.
El líder boliviano recordó sobre los esfuerzos para limitar la temperatura global, que los países desarrollados plantearon esta meta para 2050, pero ello “no es viable para la humanidad y representa un enorme riesgo para todos”.
Respecto a su propuesta de un mecanismo alternativo al de mercado para financiar a los países en desarrollo, el gobernante descartó los instrumentos planteados por los industrializados para que fluyan hacia ellos esos fondos.
Según Arce, esas naciones avanzadas estimaron que dichas medidas reportarían 100 mil millones de dólares, pero hasta ahora sus gobernantes no desembolsaron esa cifra para cubrir las metas del Acuerdo de París.
Bolivia -aseguró- incorporó la propuesta de mecanismos alternativos “que no sean de mercado” y se constituyan en ayuda directa para los países en desarrollo, frente a los problemas de la crisis climática.
El financiamiento también se refiere –explicó- a la transferencia de tecnologías hacia esas naciones atrasadas para reducir las emisiones de carbono en el planeta.
“Los Estados desarrollados se muestran como los grandes luchadores acerca de lo que ellos llaman el cambio climático; nosotros enfatizamos que se trata de una crisis porque es incontrolable y muy perjudicial para toda la humanidad”.
Bolivia trabaja en una denominada Contribución Nacionalmente Determinada hacia el 2030 “que ratifica nuestro compromiso nacional contra la crisis climática en los sectores de agua, energía, bosques y agropecuaria”, informó la víspera el presidente.
Ello respondió a una encomienda al país andino en octubre del Encuentro Mundial de los Pueblos por la Madre Tierra y Contra la Crisis Climática, basada en el Acuerdo de París y en la denominada «equidad y responsabilidades comunes pero diferenciadas».
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