Un vocero policial se refirió a nuevas evidencias que ponen en dudas la versión inicial de un posible suicidio por envenenamiento de la experta, encontrada muerta el sábado último en su residencia, ubicada en el distrito de Tuzla, en la ciudad de Estambul.
La desaparición física de Erbahar, de 37 años, causó consternación nacional por tratarse de una de las científicas más prominentes del país, con un destacado trabajo en el desarrollo de sensores químicos para la detección de gases tóxicos, que le valió reconocimiento a nivel mundial.
Poco antes de su muerte la experta fue galardonada con el Premio L´Oreal que confiere la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, por sus aportes en ese campo al frente de un equipo del Consejo de Investigación Científica y Tecnológica de Turquía.
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