En una declaración remitida a Prensa Latina, la bancada del Hizbulah (Partido de Dios) estimó de exageradas las acciones sauditas como resultado de las cuales está en curso una crisis diplomática.
Las posiciones de Riad, dice el texto, equivalen a una declaración de guerra.
El reino del desierto retiró su embajador en Beirut, dio 48 horas para que su par libanés abandonara territorio saudita y clausuró todas las importaciones provenientes del país con costas al mar Mediterráneo oriental.
Similares medidas adoptaron Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Kuwait que implican un cerco contra Líbano y ponen en riesgo la estabilidad de un Gobierno con solo dos meses de instalado. No obstante, el bloque parlamentario ratificó su apoyo a Kordahi, quien opinó sobre lo absurdo de la guerra en Yemen y afirmó que los rebeldes hutíes se defienden de una agresión liderada por Arabia Saudita.
En todo caso, aseguraron los diputados de Hizbulah que las convicciones del pueblo libanés están al lado del conocido presentador de televisión y del pueblo yemenita.
Las autoridades sauditas pretextaron las afirmaciones de Kordahi para ejecutar un plan de ir a más contra la llamada nación de los cedros, según estiman los analistas.
El periódico libanés Al Akhbar, basado en fuentes sin identificar, publicó que Riad dio un ultimátum de dos días o romperá relaciones con Beirut.
De acuerdo con ese medio, el despido o renuncia de Kordahi devolvería la relación a la fase que precedió a sus comentarios.
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