De acuerdo con el reporte anual elaborado por expertos de las universidades de Exeter, East Anglia (en Reino Unido) y Standford (Estados Unidos) y del centro noruego sobre investigaciones climáticas Cicero, la carga contaminante resultante del uso de combustibles fósiles podría aumentar en un 4,9 por ciento en 2021, hasta los 36 mil millones de toneladas.
La cifra estaría apenas un 0,8 por ciento por debajo de los niveles alcanzados antes de que la pandemia provocada por el coronavirus SARS-CoV-2 obligara a imponer confinamientos y restricciones al movimiento de personas.
El aumento de las emisiones globales de CO2 en 2021 refleja el regreso a una economía pre-Covid-19 basada en los combustibles fósiles, afirmó el profesor de la Universidad de Exeter, Pierre Friedlingstein, quien es uno de los autores del informe.
En opinión del científico, las inversiones en economía sostenible y amigable con el medioambiente hechas en los últimos meses por algunos países son insuficientes.
Apuntó además que para alcanzar la neutralidad de carbono en 2050 acordada en París en 2015 será necesario reducir cada año las emisiones de carbono al mismo nivel logrado durante la pandemia.
La publicación del informe especializado coincide con la celebración en la ciudad escocesa de Glasgow de la vigesimosexta Conferencia de las Partes (COP26), donde representantes de casi 200 países debaten sobre las vías para limitar a 1,5 grados Celsius el calentamiento global y frenar el cambio climático.
Al respecto, la profesora Corinne Le Quere, de la Universidad de East Anglia, señaló que el estudio constituye un recordatorio oportuno de la necesidad de que los países actúen rápido y adopten compromisos más abarcadores para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
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