Debe convocar una reunión urgente sobre la escalada de ataques en el estado de Chin y la profundización general de la crisis política, humanitaria y de derechos humanos como resultado de la búsqueda de poder y codicia de los líderes militares de Myanmar, indica el comunicado.
Con la rúbrica de 521 organizaciones nacionales e internacionales, la nota reseña una acumulación de armas pesadas y tropas en esa región fronteriza con India, lo que sugiere un inminente ataque del ejército para expulsar a los grupos de milicias formados después del Golpe de Estado del 1 de febrero.
Testigos, grupos de ayuda y medios de comunicación locales aseguraron que fueron quemadas casas e iglesias en la ciudad de Thantlang, donde también se cortó el servicio de Internet y otras comunicaciones.
Desde que los militares asumieron el poder por la vía violenta en febrero, casi a diario se producen enfrentamientos en el interior del país, donde milicias formadas por diferentes etnias enfrentan a las fuerzas de seguridad estatales.
En particular, la Fuerza de la Defensa Chin ha sido el bastión opositor en esta zona, en la que agencias humanitarias de la ONU denunciaron que se hace muy difícil a sus voluntarios brindar asistencia a los ciudadanos.
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