Bajo estas premisas, el inglés Ivor Bolton, director musical del Teatro Real de Madrid, y el titular de escena, el estadounidense Christopher Alden, proponen novedades en la obra del 13 al 23 de noviembre.
El personaje de Parténope, que se inspira en musas recreadas por Handel en 1730, sirve a la idea de una adaptación más cercana en el tiempo, según el concepto del equipo de trabajo, que incluye la coproducción de la English National Opera, San Francisco Opera y la Opera Australia.
Alden, el productor ejecutivo, confesó este viernes a Prensa Latina que, por tratarse de una personalidad fuerte, pensó en Margaret Thatcher, a quien desechó de inmediato, luego en Eva Perón, hasta que le sedujo la figura de Coco Chanel.
“Chanel, con sus cuitas amorosas en el mundillo de las modas encajaba bien, pero después encontré a Nancy Cunard, una escritora y poeta inglesa de notable activismo social y que manejó sus encantos en los años 1920 en París”, comentó el director de escenografía.
Con fama de díscola y promiscua, Cunard sirve de asidero para la Parténope que se verá en Madrid, interpretada básicamente por la norteamericana Brenda Rae (seis actuaciones) y la española Sabina Puértolas (tres), una de las sopranos más sobresalientes del país ibérico.
Brenda Rae tiene una intensa carrera que la mantuvo hasta 2017 en importantes escenarios y óperas de Alemania. Luego de su paso por la Metropolitan Opera de Nueva York, ahora es una de las estrellas en la obra de Handel en el Teatro Real.
El elenco lo completan las mezzosopranos Teresa Iervolino y Daniela Mack (Rosmira); los contratenores Iestyn Davies y Franco Fagioli (Arsace), y Anthony Roth Costanzo y Christopher Lowrey (Armindo). Además, los tenores Jeremy Ovenden y Juan Sancho (Emilio) y los barítonos Nikolay Borchev y Gabriel Bermúdez (Ormonte).
La trama de la ópera encaja mejor en la libertad del género bufo. Parténope, reina fundadora de Nápoles, tiene que elegir a uno de sus cuatro pretendientes: Arsace (príncipe de Corinto), Armindo (príncipe de Rodas), Emilio (príncipe de Cuma) o el seductor Eurimene, que en realidad es Rosmira, la expareja despechada de Arsace, que se disfraza de hombre para vengarse de su antiguo amante.
El director artístico del Teatro Real, Joan Matabosh, valoró que Parténope se ajusta, aparentemente, a las convenciones de la “opera seria” de la época.
“Cierto que Händel altera la cuota canónica de “arias da capo” preceptivas, y que, además de arias, hay cuartetos, tríos y “concertantes” más allá de lo que era habitual en los productos más ortodoxos del Londres del settecento, pero la estructura dramática de Parténope es inequívocamente la de una “opera seria”, dijo.
En el afán de atraer a la juventud al género, el 11 de noviembre se ofrecerá un preestreno para menores de 35 años.
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