Kordahi está en el centro de una disputa diplomática por emitir opiniones sobre la guerra en Yemen que Riad estima hostiles e insultantes.
Según el titular y fuentes allegadas, no dimitirá ni tampoco cambiará sus declaraciones respecto a calificar de absurdo el conflicto en la nación árabe más pobre y que los rebeldes hutíes enfrentan una agresión liderada por el reino del desierto.
No abandonará el cargo, aseguró el medio noticioso, pese a la escalada dentro de la cual se montó una campaña de presión contra Beirut.
El ministro espera adoptar una decisión, después de garantizar que, si renuncia, habrá una reacción positiva de Riad y los Estados árabes del golfo Pérsico, los cuales apoyaron al reino del desierto en la disputa.
Con posterioridad, el primer ministro libanés, Najib Mikati, pidió a Kordahi dar prioridad al interés nacional, aunque no exigió su dimisión.
Entretanto, Hizbulah o Partido de Dios ratificó su apoyo al ministro de Información, al decir que son injustificadas y desmesuradas las medidas adoptadas por las autoridades sauditas.
Riad ordenó la retirada de su embajador de Beirut, dio 48 horas para que su par libanés abandonara el territorio saudita, suspendió las importaciones libanesas y prohibió a sus connacionales viajar al país con costas al mar Mediterráneo oriental.
También advirtió que, si Líbano no adopta decisiones correctivas, romperá relaciones.
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