En un mensaje por las redes sociales, el presidente Barham Salih apuntó que las manifestaciones pacíficas constituyen un derecho constitucional, pero nunca deben descarrilarse hacia la violencia.
“La seguridad pública es un deber nacional, y todos deben ejercer moderación por encima de todo”, precisó.
A su vez, el primer ministro Mustafa Al-Kazemi alentó a una investigación exhaustiva sobre los hechos acaecidos en áreas aledañas a la Zona Verde capitalina, donde ocurrieron los choques.
Al-Kazemi emitió un llamamiento a los partidos políticos para evitar los enfrentamientos y recurrir al diálogo.
Mientras, el secretario general del grupo Asa’ib Ahl al-Haq, Qais al-Khazali, condenó el uso de munición real utilizado por las fuerzas de seguridad contra los manifestantes.
“Quienes dispararon, mataron e hirieron a participantes en las protestas, así como quienes emitieron estas órdenes, sean quienes sean, deben rendir cuentas”, puntualizó.
Al-Khazali advirtió contra los intentos de agencias de inteligencia que planean bombardear la Zona Verde y culpar a las facciones de la Resistencia.
Este viernes, una multitud de opositores a los resultados de los comicios legislativos intentó cerrar las puertas de la referida área capitalina y las fuerzas de seguridad recurrieron a gas lacrimógeno y cañonazos de agua para dispersarla.
jcm/arc