Lafontant envió una misiva a la Dirección General de la Policía, en la cual solicitó “registrar, identificar y rastrear derribar todos los sitios de almacenamiento ilegal de productos petrolíferos”, y aseguró que contra los responsables se emprenderán acciones legales.
La escasez de los carburantes hizo crecer el mercado informal, en el cual un galón de gasolina puede septuplicar su precio oficial, mientras el diésel aumentó al menos tres veces.
Los altos costos aumentaron el precio de los productos de la canasta básica y de la transportación colectiva, y amenaza el cierre de varias instituciones privadas y públicas.
La Dirección Nacional de Agua Potable y Saneamiento advirtió que comunas como Tabarre, Delmas y Cité Soleil podrían quedarse sin el servicio pues la empresa es incapaz de repostar para abastecer las estaciones de bombeo, tanto en la capital como en Ouanaminthe, en la frontera con República Dominicana.
También muchas compañías como Eko Depot, Maison Handall, Casami, Kay Dupuy, MCS Group y la pastelería Marie Béliard, redujeron sus horarios, mientras los bancos atenderán a los clientes tres días por semana.
Los hospitales, por su parte, están amenazados con el cierre e instituciones claves para el tratamiento de la Covid-19 como el Bernard Mevs suspendieron la admisión de nuevos pacientes ante la imposibilidad de abastecerse del rubro.
La crítica situación se agudizó en el último mes con el accionar de las bandas que bloquean el acceso a las terminales petroleras, secuestran conductores de productos petrolíferos e incautan los camiones cisternas.
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