Esta obra, del académico y agroecólogo Fernando Funes, se presentará de forma online y recoge la experiencia en ese lugar en una práctica que busca transformar la agricultura hacia un modelo más respetuoso del medioambiente y a la vez productivo y eficiente.
Expertos de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y de otras entidades internacionales, recomiendan hoy cada vez más extender el uso de la agroecología como solución al hambre en el mundo.
Aseguran que mediante esa disciplina millones de agricultores en el orbe cultivan y comparten alimentos de forma que mejoran la nutrición, la biodiversidad y la calidad de vida.
En Cuba la agroecología es una práctica en ascenso desde hace varias décadas, la cual goza del respaldo de las principales autoridades del país, del Ministerio de la Agricultura y de organismos e instituciones relacionados con la producción de alimentos.
El Programa de Agricultura Urbana y Suburbana y el movimiento de Campesino a campesino, que impulsa la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños(ANAP), destacan como los ejemplos más generalizados en la práctica de la agroecología en esta isla.
De acuerdo con datos aportados por la ANAP, no menos de 300 mil productores en Cuba aplican actualmente conceptos agroecológicos, mientras crece sistemáticamente el número de fincas que emplean esa forma de agricultura.
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