«Las autoridades militares deben garantizar acceso humanitario rápido, seguro y sin trabas a todas las personas desplazadas y necesitadas en el país», afirmó en un comunicado el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell. La actual concentración militar en la parte central y noroeste, incluidas las regiones de S cvagaing y Magway, así como la escalada de violencia resultante, especialmente en el estado de Chin, son motivo de profunda preocupación, añadió el texto.
Un golpe militar el pasado 1 de febrero derrocó por la fuerza al gobierno civil elegido en noviembre de 2020, hecho que la UE considera como “una flagrante violación de la voluntad del pueblo, con desastrosas consecuencias humanitarias, sociales, económicas y de derechos humanos».
Asimismo el bloque comunitario cuestiona el anuncio de prorrogar el estado de emergencia en ese país asiático hasta agosto de 2023, enmascarado, según la UE, bajo la apariencia de un gobierno interino. Tal situación no puede de ninguna manera otorgar legitimidad al régimen militar, destacó el mecanismo comunitario.
El comunicado expresa el compromiso de facilitar asistencia humanitaria a ese país y pide la liberación «inmediata e incondicional” de todos los detenidos tras el golpe que sacó del poder al presidente Win Myint, preso aún junto a la consejera de Estado Aung San Suu Kyi.
En los nueve meses transcurridos desde esos hechos, la represión de las fuerzas de seguridad ocasionó mil 242 muertos, según la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos de Myanmar,
El Ejército nacional justificó la asonada aludiendo un presunto fraude masivo durante las elecciones generales un año atrás, cuyo resultado fue anulado y en las que la Liga Nacional para la Democracia, partido al que pertenece Suu Kyi, obtuvo una clara victoria, según los observadores.
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