Publicada por revista académica Global Ecology and Biogeography, la investigación analizó 236 especies diferentes, entre ellas peces, crustáceos y moluscos.
Como ejemplo cita el caso de los calamares que migraron a una profundidad media de 55 metros en el Mediterráneo para evitar el calentamiento de las temperaturas más cerca del nivel del mar.
Esa profundidad está dentro del rango de una temperatura de 6,0 grados centígrados.
Debemos recordar que el Mediterráneo es un lugar cálido, pero ahora estamos llegando al límite de la capacidad de muchas especies, alertó el profesor Jonathan Belmaker, cuyo estudiante de doctorado Shahar Chaikin dirigió la pesquisa.
Además, el rango de temperatura en el Mediterráneo es extremadamente frío en el noroeste y muy caliente en el sureste, lo cual lo convierte en un caso de prueba ideal para la adaptación al calentamiento global, precisó el investigador, citado por el diario The Jerusalem Post.
Por su parte, Chaikin afirmó que “los responsables de la toma de decisiones deberán prepararse de antemano para ese problema pues será necesario definir las futuras reservas naturales marinas”.
Además, en el futuro la pesca será a mayores profundidades, lo cual significa navegar más hacia el mar y quemar más combustible, subrayó.
“Incluso si las especies se trasladan para escapar de las aguas cálidas (…) todavía hay un límite, y ese límite es el lecho marino”, agregó Belmaker.
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