El cese de actividades tiene cada día menos respaldo, incluso en departamentos como el oriental Santa Cruz, donde los llamados “cívicos” que lo organizaron tienen más influencia, añadió el especialista a Bolivia Tv.
“Los primeros días, lunes, martes, prácticamente no se sintió el paro; entre miércoles y jueves intentaron reflotarlo; pero ya este viernes ni siquiera pudieron movilizarse donde tienen mayor control de la población”, explicó.
Trigoso atribuyó el fracaso a factores como la convocatoria por el Ejecutivo al diálogo, a la conciliación, para escuchar las peticiones de sectores sociales movilizados sin vínculos con un enfoque político.
“Si el Gobierno atiende las peticiones y las reivindicaciones de esos sectores, se supone que en este fin de semana deberían salir ya del conflicto”, estimó el analista.
Según el experto, grupos sociales como las cooperativas mineras del suroccidental departamento de Potosí carecen de motivos para recesar, porque dependen de los planes productivos, aparte de que les beneficia el alza actual de los precios.
El sector gremial, de comerciantes y oficios –detalló- “vive al día”, mientras el de transporte pesado no cerrará fronteras ni parará sus vehículos porque ello implicaría frenar la importación y exportación de mercaderías con las consiguientes multas.
Por su parte -reflexionó Trigoso- el sector industrial de Santa Cruz se está “suicidando económicamente” por apoyar al “comité cívico”, al no recibir materias primas, ni exportar sus productos.
Para el analista, esas razones indican que “en los primeros días de la próxima semana esta movilización va a caer sin necesidad siquiera de toda la fuerza que acumula en este momento el Gobierno”.
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