Si bien con los textos aprobados se dieron pasos importantes, la voluntad política colectiva no fue suficiente para superar algunas contradicciones, señaló en una declaración difundida aquí.
Como dije en la apertura de este cita, debemos acelerar la acción para mantener viva la meta de limitar a 1,5 grados Celsius el aumento de la temperatura global, manifestó el titular, quien se encuentra en Glasgow, Escocia, sede del evento.
Nuestro frágil planeta pende de un hilo y seguimos llamando a la puerta de la catástrofe climática, ya es hora de pasar al modo de emergencia, expresó.
El máximo representante de Naciones Unidas reafirmó su convicción de que urge acabar con los subsidios a los combustibles fósiles y desarrollar la resiliencia de las comunidades vulnerables frente a los impactos aquí y ahora del cambio climático.
También hace falta cumplir con el compromiso de financiamiento climático de 100 mil millones para apoyar a los países en desarrollo, pero ninguno de esos objetivos anteriores se logró finalmente en esta Conferencia, acotó.
Ahora tenemos algunos componentes básicos para el progreso, observó el diplomático portugués, como los compromisos para acabar con la deforestación, reducir drásticamente las emisiones de metano y movilizar la financiación privada en torno a emisiones de dióxido de carbono netas cero.
La prioridad debe ser la reducción rápida, profunda y sostenida de las emisiones en esta década, específicamente, un recorte del 45 por ciento para 2030 en comparación con los niveles de 2010, pero con el conjunto actual de Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional, incluso si se implementa completamente, seguirá aumentando las emisiones, observó.
Este camino llevará muy por encima de los 2 grados Celsisus de aumento de la temperatura global para fines de siglo, en comparación con los niveles preindustriales, agregó.
Guterres acogió con beneplácito el acuerdo entre Estados Unidos y China en Glasgow que, como el texto final aprobado hoy en la COP26, se comprometen a acelerar las acciones para reducir las emisiones en la década de 2020.
Según destacó el secretario general de la ONU, proteger a los países de los desastres climáticos no es caridad, es solidaridad e interés propio.
Esta fue una conferencia extremadamente desafiante y debemos en el futuro medir el progreso alcanzado, actualizar los planes climáticos cada año y aumentar la ambición, dijo y convocó a una cumbre de balance global a nivel de jefes de Estado en 2023.
Los textos aprobados hoy son un compromiso, subrayó, reafirman la determinación hacia la meta de 1,5 grados Celsius de aumento de la temperatura global, el compromiso de impulsar financiamiento para la adaptación, y la necesidad de fortalecer el apoyo a los países vulnerables que sufren daños climáticos irreparables.
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