Con anterioridad, Suiza y Francia presentaron iguales querellas, de las cuales se desconoce su desarrollo.
“Es inevitable que todos los países donde Salameh posee activos abrirán investigaciones”, anunció Zena Wakim, abogada de la compañía suiza Accountability Now, una organización sin fines de lucro que ha impulsado esas pesquisas.
A juicio de Wakim, Bélgica, Mónaco y Singapur seguirán los pasos adoptados por luxemburgueses, suizos y franceses.
Salameh, de 71 años de edad, está bajo acusación de lavado de dinero de 300 millones de dólares en ganancias obtenidas por una empresa propiedad de su hermano Raja.
Esa investigación dio pie a otra similar en Líbano conducida por el juez Jean Tannous, quien interrogó al gobernador en agosto y septiembre pasados.
El expediente de ese jurista contempla sospechas de malversación de fondos públicos, enriquecimiento ilícito, blanqueo de capitales y evasión fiscal.
Tannous pidió a cuatro bancos libaneses, Bank Audi, Banque Misr, Bank Med y Credit Libanais, colaboración para revisar el origen de unos 200 millones de dólares que fluyeron por las cuentas de Salameh de 2000 a 2010, pero solo uno, Bank Audi, aceptó apoyar.
Desde 1993, Salameh está al frente del Banque du Liban y afirma que su fortuna proviene de su empleo anterior en el banco de inversión Merrill Lynch.
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