La agencia de noticias de esa asamblea indica que la Cámara baja, a través de la Secretaría de la Mujer, en colaboración con la Comisión para la Defensa de los Derechos de la Mujer y la Fiscalía Especial de la Mujer, participa un año más en los «21 días de activismo para poner fin a la violencia contra las mujeres».
Celebrada anualmente en unos 150 países, con la movilización de la sociedad civil y el poder público, la campaña pretende sensibilizar a la población sobre los diferentes tipos de agresiones que se cometen contra niñas y mujeres.
Entre el 18 de noviembre y 10 de diciembre está previsto que se celebren debates, reuniones y otros actos.
Durante este periodo se conmemoran fechas importantes relacionadas con el tema, como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 de noviembre) y el Día de la Movilización de los Hombres para Poner Fin a la Violencia contra la Mujer, conocido como la Campaña del Lazo Blanco (6 de diciembre).
La iniciativa, emprendida en Brasil desde 2003, incorpora también a la campaña «16 Días de Activismo para Acabar con la Violencia contra las Mujeres» el «Día de la Conciencia Negra», que se celebra el 20 de noviembre, por considerar a las mujeres negras doblemente vulnerables.
Tradicionalmente, además de los eventos organizados por la Secretaría de la Mujer y organismos asociados, el grupo de las féminas lleva al llamado Colegio de Líderes una lista de proposiciones prioritarias para ser votadas en plenaria con el objetivo de ampliar los derechos de las mujeres como mecanismo de lucha contra la violencia.
Las propuestas presentadas no solo se refieren a proyectos en el ámbito de la seguridad pública, sino también a iniciativas sociales, políticas y económicas.
En tal caso las que aumentan la presencia de las mujeres en la política y las que proporcionan mayor autonomía financiera, una herramienta esencial para romper los ciclos de la violencia doméstica.
Una encuesta del Instituto Datafolha, encargada por el Foro Brasileño de Seguridad Pública, reveló en agosto que al menos 17 millones de brasileñas (24,4 por ciento) sufrieron algún tipo de violencia o agresión durante la pandemia.
El porcentaje de agredidas el año pasado indicó que una de cada cuatro mujeres mayores de 16 años fue violentada física, psicológica o sexualmente en el primer calendario de la crisis sanitaria.
«La situación se agravó por la dificultad de las denuncias presenciales, lo cual también repercute en los registros y notificaciones de sucesos», alertó la procuradora de la mujer en la asamblea, la diputada Tereza Nelma.
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