En su último informe sobre el transporte marítimo 2021, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) aseguró que ese incremento se reflejará también en los valores de los productos en las tiendas.
Al respecto, estimó que el importe del consumo mundial en el 2023 será un 1,5 por ciento más elevado de lo que habría sido sin el encarecimiento del transporte marítimo, lo cual afecta a las pequeñas economías que dependen de las importaciones y las naciones de América del Norte y Europa que compran mucho en Asia oriental.
Hay numerosos bienes de consumo intermedio globalizados que viajan mucho por barco: ordenadores y productos electrónicos y ópticos, junto a otras mercancías de poco valor y los textiles, de confección y cuero que serán más caros.
En su análisis, la Unctad precisó que esta situación amenaza con socavar la recuperación económica, porque a las empresas les cuesta encontrar materiales para producir y clientes para vender.
Por ejemplo, en Estados Unidos y en la zona euro una subida de los fletes del transporte en contenedores del 10 por ciento podría desembocar en una contracción acumulada de la producción industrial en cerca del uno por ciento.
El estudio repasa circunstancias conocidas como el desplome de la demanda registrado durante el confinamiento por la pandemia de la Covid-19, tras lo cual los nuevos pedidos alcanzaron a principios de 2021, en el caso de los portacontenedores, niveles nunca vistos en los últimos 20 años.
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