Pasado ese tiempo los inmunógenos pierden efectividad por lo que resulta necesario reactivar la protección, hasta ahora solo recomendada para pacientes con más de siete décadas de vida.
La decisión preliminar al respecto se adoptará en esta jornada, según declaró a la cadena pública ZDF el jefe de la Comisión, Thomas Mertens.
Más tarde el acuerdo se someterá a la validación de los grupos de trabajo regionales.
Entre los responsables sanitarios a nivel federal existen discrepancias. Mientras la recomendación de Stiko concuerda con el punto de vista del ministro de Sanidad en funciones, Jens Spahn, recibió la oposición de la Asociación de Médicos de Cabecera que apuesta por respetar el orden de prioridad.
En ese sentido insta a que los más vulnerables tengan acceso preferencial a la dosis de refuerzo bajo el argumento de que para las personas jóvenes “obtenerla no es urgente”.
Los debaten suceden cuando el país registró un nuevo máximo de contagios y en medio de una grave emergencia sanitaria, de acuerdo con el Instituto de virología Robert Koch (RKI).
El presidente de esa institución Lothar Wieler utilizó esas palabras para describir la situación nacional durante un debate en línea con Michael Kretschmer, primer ministro del estado federado de Sajonia.
Tendremos unas Navidades muy desagradables si no actuamos para detener la expansión de la dolencia, afirmó el máximo responsable de la entidad rectora de la investigación y control de las enfermedades infecciosas en el país.
Sus palabras suceden tras detectarse otra vez un nuevo récord de infectados en 24 horas, hecho frecuente en las últimas semanas.
En ese escenario el Bundestag (Cámara Baja del Parlamento) debate una propuesta presentada por los socialdemócratas, los verdes y los liberales, fuerzas políticas pudieran integrar una coalición de gobierno en diciembre próximo si logran el consenso definitivo, y sustituir así a la actual alianza gobernante, derrotada en los comicios legislativos de septiembre.
Las nuevas medidas incluyen exigir a los pasajeros de autobús y tren la presentación de una prueba de vacunación, de recuperación de la enfermedad, o un PCR negativo reciente.
Además contemplan penas de hasta cinco años de cárcel para los falsificadores de documentos y certificados sanitarios.
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