En declaraciones a la BBC desde Polonia, Wallace aseguró que el Reino Unido no enviará más tropas de combate a esa nación europea miembro de la OTAN donde Londres ya tiene destacado soldados, sino “tipos con excavadoras”.
Según explicó el titular de Defensa, los ingenieros militares ayudarán a construir carreteras y puestos de observación y control en la línea fronteriza.
La crisis migratoria en las fronteras de Belarús con Polonia, Lituania y Letonia comenzó a principios de año y escaló a partir del pasado 8 de noviembre cuando miles de personas se acercaron al territorio polaco desde el lado belaruso, donde todavía permanecen.
Esa línea divisoria es vista como un punto de entrada a la Unión Europea, cuyas autoridades, además de las británicas, culpan al gobierno del presidente belaruso, Alexander Lukashenko, de empujar a los migrantes, en su mayoría procedentes del Medio Oriente, hacia ella.
Minsk, a su vez, niega ser responsable de la situación, y afirmó que días atrás llamó a Varsovia a sentarse a la mesa de diálogo para encontrar una solución al conflicto, pero su oferta quedó sin respuesta hasta el momento.
El martes pasado, las fuerzas de seguridad polacas desplegadas en la zona emplearon gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los migrantes, que les arrojaban piedras, según reportes de la prensa local.
Durante su estancia en Polonia, el ministro británico de Defensa también firmó un acuerdo de intención para dotar al Ejército polaco de un nuevo sistema de defensa aérea valorado en miles de millones de libras esterlinas.
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