El resultado de las recientes legislativas reconfiguró el mapa político en el Congreso, donde el oficialista Frente de Todos perdió la mayoría en el Senado, lo que le impedirá tener quorum suficiente para abrir la sesión, y sigue siendo primera minoría en la Cámara de Diputados.
Con una oposición cada vez más acechante, quedará dura pelea tras salir robustecida con nueve puntos más que la fuerza gobernante, se avecinan nuevos retos para el Ejecutivo, el cual en sus primeros dos años ha tenido que enfrentar dos grandes crisis.
Así lo expresó el presidente Fernández horas después de la jornada electoral del 14 de noviembre, luego de recordarles a quienes lo olvidan que recibió un país endeudado, con un acuerdo aún por concretar con el Fondo Monetario Internacional para pagar el préstamo tomado por el entonces mandatario, Mauricio Macri, y justo a los 99 días de gestión estalló la Covid-19.
En la Cámara de Diputados se volvió a repetir la paridad: el oficialismo quedó con 119 puestos de 257 en total, y en el Senado bajó de 41 asientos a 35 (de los 72 disponibles), lo que dibuja un panorama complejo a la hora de evaluar y defender los futuros proyectos de leyes.
Redoblar los esfuerzos para atender las prioridades y levantar a Argentina es el norte en esta segunda etapa, como la definió Fernández, con un porvenir que tenga como ejes la recuperación económica, la reducción de la inflación y la creación de empleos, en el contexto de un diálogo constructivo.
Más allá de la pugna entre las dos antagónicas mayores fuerzas del país, no se puede dejar de mencionar en estos comicios un fenómeno que en los últimos meses ha llamado la atención por su agresivo y preocupante discurso verbal.
Se trata del economista y ultraliberal Javier Milei, cuyo partido La Libertad Avanza se coló en estas elecciones por la capital, al resultar la cuarta fuerza más votada. Con su figura dentro de la Cámara Baja, son previsibles encendidos discursos del autoproclamado nuevo libertario, quien dice admirar al exmandatario estadounidense Donald Trump y al presidente brasileño, Jair Bolsonaro.
También hubo un gran logro para el Frente de Izquierda, que posicionó a cuatro diputados y se convirtió en la tercera opción de más respaldo.
En declaraciones exclusivas a Orbe, el periodista y analista político argentino Héctor Bernardo señaló que la derecha quiso mostrar estas elecciones como un plebiscito sobre si el Gobierno debe continuar o no. Incluso, Macri habló de transición ordenada hacia 2023.
Pero se trata de algo muy distinto, subrayó, al recordar que en anteriores ocasiones a la fuerza que compone hoy el oficialismo no le fue bien en las legislativas y ganó dos veces después las presidenciales.
Bernardo agregó que, tras los resultados de estos comicios, el Ejecutivo deberá corregir varias de sus políticas en función de cumplir las ilusiones de ese 48 por ciento que lo votó en 2019.
Viene un nuevo tiempo. Entre los pasos inmediatos, Fernández ya adelantó que convocará a los representantes de la voluntad popular y a las fuerzas políticas para acordar una agenda compartida. El próximo reto importante llegará en diciembre, con el envío al Congreso de un proyecto sobre un programa económico plurianual para el desarrollo sustentable.
mem/may
(Tomado de Orbe)