Darrell Issa (Republicano por California), Darin LaHood (R. por Illinois) y Edward Gabriel, jefe de una comisión para Líbano en Estados Unidos, se reunieron con el presidente Michel Aoun y el primer ministro Najib Mikati.
En todos los casos recibieron de primera mano informes de la situación actual libanesa, sobre la cual propondrán sugerencias de ayuda al jefe de la Casa Blanca, Joe Biden.
El Gobierno libanés instalado en septiembre pasado pasa por problemas para iniciar reformas y negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, del que espera un préstamo de unos 10 mil millones de dólares.
La crisis en el país con costas al mar Mediterráneo oriental se desencadenó tras décadas de corrupción, saqueo al erario y mala gobernanza, según los analistas.
Por ese motivo, la comunidad internacional, que prometió inversiones y donaciones, condiciona esa entrega a la aplicación de reformas para eliminar el corrompido sistema político.
Cada día Líbano está cerca de un anunciado colapso total por disputas entre grupos políticos rivales que intentan a como dé lugar mantener sus posiciones de privilegio.
El declive comenzó a finales de 2019 con protestas masivas en demanda de la salida de la elite que gobierna el país desde el fin del conflicto armado civil en 1990.
Los señores de la guerra de aquella contienda son los mismos que hoy están al frente del Gobierno, el Estado y las finanzas.
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