Es también un llamado a emplear con respeto esa fuente de vida, declaró a Prensa Latina el creador de ese conjunto de ocho cuadros exhibidos en el capitalino Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado (Cidvi), con motivo de la Bienal de La Habana.
El pintor, también conocido como El Guajiro que pinta, explicó que esa visión plástica “parte de la propia temática Futuro y Contemporaneidad, ante la crisis ecológica del planeta, que centra esta XIV edición del evento plástico internacional».
Fundora explicó que la exposición, abierta durante estos días de Bienal en la entidad habanera, invita desde la estética pictórica “al acercamiento al surco, a la naturaleza, a nuestro hogar planetario, para, de conjunto, hacer un mañana mejor”.
La Bienal de La Habana –según su presidenta, Norma Rodríguez- se enfoca hacia el tema Futuro y Contemporaneidad en un intento de crítica constructiva sobre nuestro presente «por encontrar nuevos caminos hacia un futuro que nos incluya a todos”.
Rogelio Fundora Ybarra (Mayabeque, 1972), considerado un artista autodidacta de influencia académica, acumula unas 70 exposiciones personales y colectivas que irradian un ambiente cromático rural cuyos iconos son el azadón, el sombrero y los sembrados.
La combinación entre el lado plástico y el de agricultor que integran a este artista lo sitúan -según otras visiones- como principal retratista de los paisajes y ambientes agrarios y bucólicos que él mismo crea en su trabajo como hombre de campo.
Luis Paz, repentista y director del Cidvi, estimó que esa presencia en su institución subraya el vínculo del autor con la décima improvisada, cuyos eventos nacionales combinan las artes plásticas con esa expresión poética de la música campesina.
Un ejemplo –argumentó- es el Clásico Nacional del Punto Cubano, que comprende expresiones autóctonas competitivas afines como las controversias y la creación de obras pictóricas durante el propio evento, basadas en décimas escritas in situ por otros concursantes.
Luis Paz y el también improvisador Emiliano Sardiñas refrendaron ese pacto entre la décima como estrofa nacional y la plástica de este artista popular, al cantarle a una exposición cuyas raíces campesinas son afines a ambas expresiones artísticas.
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