En su video mensaje al evento virtual para conmemorar el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres, el titular consideró que ese es el problema de derechos humanos más omnipresente y urgente en el mundo de hoy.
Según destacó, se trata de un crimen aborrecible y una emergencia de salud pública, con consecuencias de gran alcance para millones de mujeres y niñas en todos los rincones del planeta.
Las últimas cifras registradas por ONU Mujeres así lo confirman: en 13 países, detalló Guterres, casi la mitad de todas las mujeres informaron que ellas o alguna conocida comenzaron a sufrir violencia de género durante la pandemia.
Casi una cuarta parte informaron que los conflictos domésticos se habían vuelto más frecuentes y una proporción similar dijo que se sentía menos segura en casa, señaló el máximo representante de Naciones Unidas.
“La violencia en cualquier parte de la sociedad nos afecta a todos. Desde las cicatrices de la próxima generación hasta el debilitamiento del tejido social.”
Pero podemos trazar una línea recta entre la violencia contra ellas, la opresión civil y los conflictos violentos, desde la violación y la esclavitud sexual utilizadas como herramientas de guerra, hasta el hilo de la misoginia que atraviesa el extremismo, indicó.
La violencia contra la mujer no es inevitable, las políticas y los programas adecuados dan resultados y esto implica tener significas estrategias integrales a largo plazo que abordan las causas profundas de la agresiones y promuevan y protejan los derechos de ellas, recalcó.
El cambio es posible, dijo el diplomático portugués y se refirió a iniciativas que existen en la actualidad como Spotlight, campaña conjunta de la Unión Europea y Naciones Unidas orientada a eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres.
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