a cinco años de su firma.
En ceremonia solemne realizada en la sede de la Jurisdicción Especial para La Paz, hijos de asesinados y desaparecidos fueron los primeros en participar.
José Antequera, cuyo padre fue asesinado durante el genocidio contra los miembros de Unión Patriótica, aseguró que solo conservando y dando a conocer la memoria histórica,
Ese hecho sucedió desde la creación del partido en 1984 hasta 2002 o 2004, dejando miles de víctimas de asesinatos, torturas, desapariciones forzadas, desplazamiento forzado y exiliado.
Según la Corte Interamericana de Derechos Humanos entre 1985 y 1993 fueron asesinados 1.163 integrantes y desaparecidos otros 123, la mayoría eran hombres.
Antequera destacó que la «Paz va» en Colombia con algunos avances en distintas áreas, sin embargo, respecto al Sistema Integral de Verdad Justicia y Reparación, señaló que hay un aspecto «que no va».
Se trata, dijo, del Centro Nacional de Memoria Histórica, cuyo anterior director fue sacado de la asociación de sitios de conciencia más importantes del mundo.
En tal sentido pidió al presidente Iván Duque que comprenda el tema de la memoria para que las nuevas generaciones conozcan la verdad.
Otras personas, en representación de los nueve millones de víctimas del conflicto armado interno, reconocieron los avances del Acuerdo de Paz y en particular de la justicia transicional, pero señalaron que el proceso no debe ser a medias.
En tal sentido pidieron llevar la paz con garantías de vida a los territorios, en donde siguen las familias más afectadas por la guerra y donde aun esperan por un cambio que dé vida al pacto histórico y solución a los problemas que generaron la guerra.
La ceremonia solemne contó con la presencia del secretario general de la ONU, António Guterres; el mandatario Duque, el presidente del Partido Comunes, Rodrigo Londoño, y el expresidente Juan Manuel Santos, así como magistrados de Jurisdicción Especial para la Paz.
También participaron, por medio de vídeos grabados, el primer ministro de Noruega, Jonas Gahr Støre; el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel; y el expresidente del Gobierno español Felipe González.
Las negociaciones y diálogos de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC-EP, concluyeron en 2016 con la firma del Acuerdo que puso fin a un largo conflicto armado.
Fue firmado en Cartagena el 26 de septiembre de ese año, pero debía refrendarse en un plebiscito en el que los ciudadanos debían votar Sí o No.
El No se impuso y obligó al Gobierno a renegociarlo y las dos partes acordaron un nuevo texto, ratificado por el Senado y la Cámara de Representantes, en noviembre.
Los diálogos y negociaciones tuvieron lugar en La Habana, Cuba, país que, junto a Noruega, fungió como garante, en tanto Chile y Venezuela fueron naciones acompañantes. mgt/otf