De acuerdo con el secretario de Salud de ese territorio semiautónomo, Humza Yousaf, cuatro de las personas contagiados residen en la zona de Lanarkshire, mientras que las dos restantes fueron identificadas en las áreas de Glasgow y Clyde.
El funcionario agregó que se está rastreando el origen del contagio y a todos los individuos que estuvieron en contacto con los seis casos positivos.
La nueva cepa fue identificada el jueves pasado en Sudáfrica y la Organización Mundial de la Salud la calificó como una variante de preocupación, porque además de ser potencialmente más peligrosa que la Delta, aún se desconoce si las vacunas contra la Covid-19 existente logran impedir su propagación.
El gobierno británico convocó para este lunes a una reunión de emergencia de los ministros de Salud del Grupo de los Siete para analizar los riesgos y las medidas a tomar contra la variante.
Londres ya anunció de forma unilateral que a partir de este martes se restablecerá en Inglaterra el uso obligatorio de la mascarilla en el transporte público y los espacios cerrados como tiendas, bancos, oficinas de correos, entre otros.
También dispuso que desde mañana todos los viajeros que lleguen al país tendrán que hacerse un examen de PCR al segundo día de su llegada, en lugar de la prueba lateral rápida estipulada hasta el momento, y mantenerse aislados mientras esperan por el resultado negativo.
Los contactos de los casos positivos a la variante Ómicron tendrán que autoaislarse durante 10 días, independientemente de si están vacunados o no contra la Covid-19.
Al igual que muchos otros países, el Reino Unido también cerró sus fronteras a los viajeros procedentes de Sudáfrica y otras media docena de naciones del cono sur africano.
Según dijo el primer ministro británico, Boris Johnson, el sábado, esas medidas son temporales y preventivas, y serán revisadas dentro de tres semanas.
La variante Ómicron ya fue detectada además en Botsuana, Bélgica, Hong Kong, Israel, Alemania, Países Bajos, Italia, Canadá y Australia.
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