Según explicó el gobernante conservador británico en rueda de prensa, en esta nueva campaña de inmunización, acelerada por la detección de la variante ómicron del coronavirus Sars-CoV-2, participarán 400 militares y un ejército de voluntarios.
Los centros de vacunación temporales surgirán como árboles de Navidad, aseveró Johnson con su acostumbrada forma de hablar grandilocuente, al informar que tan solo en Inglaterra habrá más de mil 500 farmacias donde los mayores de 18 años podrán recibir la tercera dosis de la vacuna.
El primer ministro dijo reconocer la frustración que siente la población tras la aparición de la nueva variante del virus, pero aseguró que el Reino Unido está en una posición mucho mejor que hace un año, cuando el país pasó la Navidad confinado por la pandemia.
Al respecto, afirmó que a pesar del restablecimiento de algunas restricciones como el uso obligatorio de la mascarilla en el transporte público y espacios cerrados, y de la prueba de PCR para todos los viajeros internacionales al segundo día de su llegada, un nuevo encierro es muy poco probable.
Johnson incluso contradijo a una directora del Sistema Nacional de Salud que este martes recomendó a la población evitar socializar más de lo necesario durante la Navidad.
No queremos que la gente cancele ese tipo de actividades, contestó el gobernante cuando se le preguntó si él también aconsejaba al público prescindir de las celebraciones navideñas.
La variante ómicron fue identificada la semana pasada en Sudáfrica, y la Organización Mundial de la Salud la calificó de preocupante, porque además de ser potencialmente más peligrosa que la Delta, todavía se desconoce si las vacunas existentes lograrán impedir su propagación.
En el Reino Unido se confirmaron hasta el momento 22 casos positivos a esa nueva cepa del coronavirus, por lo que el ministro de Salud, Sajid Javid, admitió la posibilidad de que exista la transmisión comunitaria.
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