En entrevista con Prensa Latina, precisó que la recién finalizada 41 Conferencia General, uno de los órganos de gobernanza de la Unesco, adoptó las proyecciones de los próximos ocho años en cada una de las áreas de competencia de la organización de la ONU centrada en la educación, la ciencia, la cultura y la información.
Los Estados miembros ratificaron en el foro las prioridades África y equidad de género, en las cuales por supuesto la cultura está presente, abundó en esta capital.
De acuerdo con Ottone, en el caso de África son dos los componentes esenciales: el patrimonio en sus diversas variables, como el mundial y el inmaterial, y lo relacionado con la Convención de 1970 contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, en particular la restitución de obras y objetos.
Es muy importante, porque en el último año un tema recurrente ha sido cómo lograr una lista representativa del patrimonio mundial, más equilibrada entre las regiones, y África es la menos presente, un asunto en el cual trabajamos con los especialistas, subrayó.
Respecto a la igualdad de género, el especialista chileno en asuntos culturales, quien encabezó en su país esa cartera bajo la gestión presidencial de Michelle Bachelet, mencionó los esfuerzos para reducir brechas y crear espacios de empoderamiento femenino.
Durante la pandemia de la Covid-19, el sector creativo ha sido uno de los más golpeados, y dentro del mismo las mujeres han sufrido el mayor impacto, en un escenario incluso de precariedad laboral, que consideramos insostenible, expuso.
Ottone también destacó la prioridad reiterada por la Unesco de apoyo a los jóvenes, con líneas de trabajo que van desde la reinserción laboral hasta la capacitación, a partir de la oportunidad de acceder a estudios superiores o técnicos, en campos como la restauración y la aplicación de nuevas tecnologías.
No menos importante es el acompañamiento a los Pequeños Estados Insulares, en materia del turismo cultural, de los planes de desarrollo y del enfrentamiento al cambio climático, dijo a Prensa Latina.
El subdirector general de la Unesco manifestó además que la organización multilateral maneja en este ámbito seis convenciones y tres recomendaciones, instrumentos que busca armonizar, en aras de facilitar el trabajo de los Estados miembros y de la Secretaría.
Consideramos muy valiosa esta cuestión, al igual que el análisis acerca de cómo desde la Unesco podemos aportar más en la prevención y mitigación de las catástrofes naturales y del cambio climático y del impacto sobre el patrimonio de las crisis y los conflictos armados, añadió.
Para Ottone, la tercera Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible (Mondiacult), prevista del 28 al 30 de septiembre del próximo año en México, representará una oportunidad de revisar y adaptar las líneas de acción a los desafíos de nuestro tiempo.
En ese sentido, realizaremos un proceso de consultas con los Estados miembros, el cual permitirá fijar ejes programáticos para la declaración de Mondiacult-2022, de la que no esperamos nuevos instrumentos normativos y sí el fortalecimiento de la cooperación ante los retos comunes y la contribución al desarrollo sostenible, adelantó.
Al respecto, enfocó el foro como un espacio para discutir asuntos puestos en evidencia durante la pandemia de la Covid-19, entre ellos la dignificación y el apoyo a los artistas, así como el impulso a las economías creativas, a la contribución de la sociedad civil y al uso de las nuevas plataformas tecnológicas en las políticas públicas del sector.
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