A través de un comunicado, el Mirex expresó que el gobierno dominicano respeta el principio de no devolución en el sentido de no deportar a individuos los cuales corren peligro de ser sometidos a torturas, persecución política u otras violaciones graves a sus derechos humanos, en razón de su raza, credo, opinión política y nacionalidad, entre otras.
“Sin embargo, consideramos dicho principio no aplica en el presente caso ya que no se trata de perseguidos políticos, miembros de una minoría étnica o religiosa, ni un grupo político particular”, agregó la información.
Dominicana no tiene responsabilidad alguna ante la situación de pobreza, desigualdad e inseguridad generalizadas que vive el país vecino, precisó.
Asimismo, instó a los miembros de la CIDH a consultar con el Estado dominicano las situaciones particulares de las que tenga conocimiento y puedan generarle dudas; pues las autoridades se encuentran dispuestas a suministrarle las informaciones necesarias y así “evitar descontextualizaciones ante la opinión pública”.
El comunicado destacó que no habrá solución dominicana a los problemas haitianos: ante la incapacidad de ese gobierno de resolver las necesidades básicas de su población y la inexcusable ausencia de la comunidad internacional en ese sentido, el país manifiesta su rechazo a la irresponsable pretensión de colocar «sobre nuestros hombros esta situación”.
Finalmente, la cancillería reafirmó su compromiso con el derecho internacional general y americano y, en particular, con la Convención Americana sobre Derechos Humanos y los demás tratados en la materia ratificados por el país.
Las normas internacionales sobre migrantes no responden al estado de emergencia migratoria que asedia a nuestro país, la región y el mundo hoy día, concluyó.
Este miércoles se conoció aquí el comunicado de la CIDH donde expresó su “preocupación” por las denuncias de deportaciones de las mujeres haitianas embarazadas desde Dominicana, y afirmó las expulsiones de estas féminas “las expone a graves vulneraciones de su derecho de salud, especialmente de la salud reproductiva”.
Además, instó a la mitad de la isla a respetar el principio de no devolución de migrantes a países donde su vida esté en riesgo.
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