De cara al curso escolar 2022 que comienza en marzo venidero, el informe, «La educación, responsabilidad compartida”, que suscribe el titular de CCiap, José Ramón Icaza, y al cual tuvo acceso Prensa Latina, alerta sobre el impacto negativo del cierre de las aulas durante dos años por la Covid-19.
Los recién publicados resultados del Estudio Regional Comparativo y Explicativo del año 2019, indica ese texto, reflejan la precaria situación de los alumnos en materias como Español – lectura, Matemáticas y Ciencias Naturales, reconocidas como prioritarias para el desempeño funcional de las personas.
En todos esos indicadores, los alumnos panameños quedaron por debajo de la media regional y entre las últimas posiciones.
Un documento entregado a la Presidencia de la República en el marco del Bicentenario de la Independencia de Panamá de España, en noviembre último, contiene acuerdos para impulsar una educación de calidad a los grupos y territorios marginados, y garantizar mayores estándares de formación docente, precisa el mensaje.
Según Icaza, el Calendario Escolar 2022 de manera presencial debe verse como la señal para levantar los hombros caídos de la educación, garantizar que el 100 por ciento de los alumnos regrese a las aulas y atender con sentido de urgencia las necesidades de ese sector.
La educación nacional no es un trabajo que puede dejarse únicamente a los políticos o gobiernos de turno, porque se trata de una responsabilidad compartida, agrega el Cciap.
Sobre las falencias de la educación virtual, Cristian Munduate, coordinadora residente de la ONU en Panamá, alertaba recientemente que la educación es uno de los elementos que requiere de la presencialidad e instaba a no dejar atrás a los infantes.
En uno de los cierres más largos del continente, las clases presenciales en escuelas públicas y privadas de Panamá las suspendieron en marzo de 2020 después de la aparición de los primeros contagiados de Covid-19 precisamente en una escuela.
Meses después, los estudiantes empezaron a recibir clases virtuales de manera irregular, pero una masa importante no contaba con los medios, ni la conectividad para las sesiones a distancia, con énfasis en zonas rurales de difícil acceso y el retorno gradual en mayo del presente año se detuvo por incremento de infectados.
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