Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA), la región más desigual del mundo y la segunda más propensa a los desastres sufrió el fuerte impacto de la pandemia de Covid-19 y atraviesa una crisis socioeconómica de la que aún no remontó.
La pandemia dejó en esta zona geográfica el 30,3 por ciento de las muertes provocadas por la Covid-19 a nivel global, pese a que solo el 8,4 por ciento de la población global vive en ella.
De acuerdo con el organismo, la pandemia incidió en la pobreza, el desplazamiento, la inseguridad alimentaria y la violencia en la la región, por lo que proyectó la continuación de la ayuda humanitaria durante los próximos años, con operaciones de largo plazo comenzadas en 2021.
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