Por el momento, la subestación Martissant, abandonada por la policía, ha sido invadida por bandidos armados, indicó la plataforma digital Gazette Haïti, luego de que las fuertes ráfagas de disparos se escucharan durante toda la jornada de este lunes.
Las acciones de las pandillas comenzaron la víspera tras el asesinato de una niña el mismo día de su cumpleaños, y el lunes un profesor de química que viajaba en un autobús fue alcanzado por varios proyectiles.
En un video que circuló en las redes sociales Izo, líder del grupo armado de Village de Dieu amenazó a los conductores que intenten tomar la Ruta Nacional 2 a partir de mañana martes. “Incluso si una rata intenta pasar, dispararemos”, dijo el pandillero.
También aseguró que Martissant debe ser considerado en lo sucesivo una “zona de guerra”, mientras acusó a otros grupos de estar confabulados con la Policía.
Desde junio las bandas protagonizan hostiles enfrentamientos por el control de Martissant, que conecta a la capital con los departamentos del sur, lo cual paralizó el tráfico del importante eje vial.
Tras el terremoto del 14 de agosto ofrecieron una tregua para permitir el cruce de la ayuda humanitaria, pero en octubre bloquearon el acceso a las terminales petroleras y secuestraron a conductores.
A pesar de los anuncios gubernamentales para restablecer el clima de paz, la reciente decisión de trasladar el Palacio de Justicia de la zona de Martissant, pone en evidencia el poco control efectivo de las autoridades sobre la zona estratégica.
El primer ministro, Ariel Henry, incluso sustituyó al director policial, pero hasta el momento el oficial cuenta con pocos resultados.
jha/ane