Las cifras corresponden a un registro sobre la pobreza y la indigencia durante el primer semestre de 2021.
Según el informe difundido, los niveles más altos de penuria se concentran en niños y adolescentes, y la franja etaria más afectada es la de 13 a 17 con un 18,5 por ciento seguida por la de 6 a 12, un 18, mientras los menores de seis se ubican con un 16,1 por ciento.
Por otro lado, “la incidencia de la pobreza se estimó en 7,4 por ciento, implicando que en cada mil hogares 74 se encuentran por debajo de la línea de pobreza”, puntualiza el documento.
En cuanto a la distribución territorial de la penuria, los mayores valores se registran principalmente al norte y noreste del país, en los departamentos de Cerro Largo, Rivera, Paysandú, Tacuarembó y Salto con niveles iguales o superiores al 10 por ciento.
A tenor con el informe, «un hogar compuesto por tres personas, con ingresos totales líquidos inferiores a mil dólares equivalentes se considera como un hogar pobre”, dado el alto costo de vida en el país.
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