También llamó a no alarmarse porque hasta ahora las vacunas aplicadas en el país respondieron muy bien a otras variantes previas, aunque ninguna otra significa un salto tan grande como esta última.
La inmunóloga Lucía Vanrell dijo esperar que los inmunizadores no funcionen igual de bien y con la exactitud de efectividad debido a la cantidad de mutaciones de ómicron.
Advierten que a causa de su capacidad de transmisibilidad, dicha variante ya se detectó en varios países vecinos, entre ellos Brasil, Argentina y Chile y es “esperable” que ómicron ingrese también a Uruguay.
Para ambos científicos esa entrada podría acelerarse debido a que el país hoy tiene las fronteras abiertas a todos los extranjeros que cuenten con el esquema inicial de vacunación y se espera que la temporada turística se asemeje a los años prepandémicos.
Consultado al respecto el subsecretario de Turismo, Remo Monzeglio, señaló que Uruguay no tiene vuelos directos con ningún país africano y, por lo tanto, en el caso de que ingrese la variante será de forma indirecta, y eso “opera como un tamiz”.
Agregó que en este momento a nadie en sus sano juicio se le ocurriría cerrar las fronteras, sobre todo por tener a casi el 80 por ciento de la población vacunada y determinadas exigencias al momento de ingresar.
Por su parte, el catedrático en infectología Henry Albornoz cree que habrá “una eventual llegada a poblaciones que perdieron la inmunidad o no la tuvieron y en este sentido Uruguay está bien posicionado, pero para eso es clave la tercera dosis, porque la buena posición cambia a medida de que pasa el tiempo.
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