Según ratificó la autoridad, de cara al venidero 7 de marzo, fecha de inicio del curso escolar 2022, unas mil 700 escuelas están listas en lo básico, lo que representa un 80 por ciento a nivel nacional.
Adelantó que en aquellas instalaciones donde no estén creadas las condiciones necesarias, los estudiantes recibirán clases en centros comerciales y espacios alternos.
Por su parte, Carmen Aparicio, directora de Educación Ambiental del Ministerio de Educación (Meduca), alertó sobre la importancia de cumplir con las medidas de seguridad debido a la pandemia de Covid-19, aunque la institución brindó capacitación a profesores, estudiantes y los familiares, destacó.
Otros dirigentes de esa esfera alertaron sobre el impacto de la migración de estudiantes del sistema particular al oficial, lo cual obliga a la construcción de escuelas y contratación de docentes para atender de manera presencial a esa población.
De acuerdo con Humberto Montero, de la provincia de Veraguas, durante el azote al país de la enfermedad, unos 40 mil estudiantes de planteles privados migraron a la enseñanza pública.
El incremento desde entonces en las matrículas virtuales, dijo, ahora se reflejará en las aulas, con las clases presenciales y debemos evitar el posible hacinamiento.
El pedagogo explicó al diario La Estrella de Panamá que el máximo de estudiantes que debe tener un aula es de 30 y como mínimo, 20. Pero, existen educadores que manejan hasta 40 en un aula virtual.
A su juicio, el posible hacinamiento traerá consigo consecuencias adversas, pues no todos los estudiantes tienen las mismas capacidades para captar los contenidos.
Amado Guerra, secretario de Educación y Cultura de la Asociación de Profesores de Panamá, fue más enfático e hizo un llamado al gobierno para que nombren maestros y así evitar la recarga laboral de los docentes.
Recientemente un estudio de la Unesco reiteró nuevamente las deficiencias de la educación panameña, en matemáticas, lectura y ciencias naturales, con niveles por debajo de la media regional.
Desde que se detectó el primer caso de la Covid-19 en marzo de 2020 en el territorio nacional, Panamá cerró sus escuelas y los cerca de 900 mil estudiantes comenzaron a recibir las clases a distancia a través de plataformas digitales, radio y televisión.
Por otra parte, muchos padres manifestaron su rechazo a la enseñanza
presencial ante el temor de que sus hijos estén expuestos al contagio en el transporte público.
Ante esta realidad, Unicef se comprometió a «buscar soluciones de manera participativa para el retorno y garantizar el derecho a la educación de los miles de niños que no gozan de ella».
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