Según explicó a Prensa Latina la viceministra de Salud Ivette Berrío, se trata también de garantizar una mejor calidad de vida a la población y de protegerla del dañino impacto de las exposiciones ante el humo.
En la presentación en esta capital del proyecto FCTC 2030 de OMS sobre control del uso de tabaco, Berrío cuestionó mensajes comerciales y producciones locales que estimulan el hábito de fumar sobre todo en los jóvenes, a partir del incremento de dispositivos que también afectan la salud.
En ese sentido, recordó que el tabaquismo se inscribe como la octava de unas 10 causas de muerte en la nación canalera.
La OMS ha destacado las iniciativas de Panamá en el control del uso del tabaco, precisó, pero sin duda este nuevo proyecto que guarda relación con el desarrollo sostenible permite afianzar los existentes lazos de cooperación con el organismo internacional y desarrollar una cultura contra el consumo, apuntó.
Según autoridades sanitarias, en Panamá la prevalencia del consumo de tabaco en jóvenes de 13 a 15 años se redujo desde el 2002 (18,2 por ciento) a 7,8 en 2017, pero la meta es llegar a menos del cinco por ciento de esa población.
jha/ga