El exsenador alentó al ejecutivo a combatir la inseguridad para crear un clima propicio que permita la celebración de elecciones, y luego abordar otras cuestiones como los subsidios de los carburantes.
Además deploró que el alza ocurre mientras el desempleo alcanza cifras alarmantes, con lo cual los ciudadanos difícilmente podrán afrontar el incruento. “¡El gobierno ha perdido el rumbo!”, dijo el político en un mensaje en Twitter.
La víspera el ministro de Economía y Finanzas, Michel Patrick Boisvert, confirmó en conferencia de prensa que la gasolina costará 250 gourdes (2,50 dólares) por galón, 353 gourdes (3,5 dólares) el diésel y 352 gourdes (3,5 dólares) el keroseno.
Esto representa un aumento del 115 por ciento en rubros como el diésel y el keroseno, este último ampliamente utilizado para la cocción y alimentación en los sectores más vulnerables, mientras la gasolina se incrementó en un 24 por ciento.
Según las autoridades, el ajuste permitirá costear los gastos sociales y de seguridad, e insistió en que los más beneficiados con el subsidio de los carburantes son los sectores más ricos del país.
Insistieron, asimismo, que el precio de la transportación colectiva no se verá afectado por la medida.
El Gobierno de Haití subsidia los combustibles desde su integración al programa de Petrocaribe, y desde mediados de 2018 las autoridades intentan, sin mucho éxito, retirar esta prestación, alegando que desangra el presupuesto estatal.
Otras voces, en cambio, señalan que el incremento disparará los precios de la canasta básica en momentos en que casi la mitad de la población vive bajo inseguridad alimentaria.
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