La crisis económica y financiera en este país provocó la caída de casi 80 por ciento de la población por debajo del umbral de la pobreza situado en 3,64 USD al día, según organismos internacionales.
También la moneda nacional perdió más de 100 por ciento de su valor respecto al billete verde norteamericano y los sueldos de nueve de cada 10 personas se depreciaron en igual medida.
A esa situación de deterioro se sumó la explosión en el principal puerto del país y el cierre por la pandemia de la Covid-19 que puso en la calle a miles de personas.
Durante la sesión de la Cámara, su presidente, Nabih Berri, subrayó que el sector eléctrico causa el mayor derroche de dinero público.
“Con la suma gastada en los últimos 30 años, dijo, se hubieran levantado varias plantas de energía”.
Desde el fin de la guerra civil de 1975-1990, Líbano acusa un déficit energético que en la actualidad llegó al nivel de colapso, pues el servicio estatal apenas cubre una o dos horas diarias de electricidad.
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