El Instituto Nacional de Estadísticas (Inegi) admitió que en noviembre la inflación se aceleró más de lo esperado y llegó a su mayor nivel en más de dos décadas, superando por mucho el objetivo oficial.
Alimentos, medicinas y electricidad son los ítem más afectados.
De esa manera, explicó, la realidad refuerza las expectativas de que el Banco de México (Banxico) subiría por quinta ocasión consecutiva la tasa de interés referencial la próxima semana como una medida de defensa y prevención de males mayores.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en un 7,37 por ciento, su registro más alto desde enero de 2001, de acuerdo con los datos divulgados por el Inegi.
Dicha cifra está incluso por encima de las que analistas privados proyectaban de 7,22 por ciento desde 6,24 por ciento en octubre, que ya era muy alta.
Mientras, la inflación subyacente a tasa interanual aumentó a 5,67 por ciento, un nivel no visto desde noviembre de 2001.
Banxico elevó el mes pasado en 25 puntos base su tasa de interés referencial por cuarta vez consecutiva para llevarla a 5,0 por ciento, y subió sus expectativas para la inflación al cierre de este año.
Como dato representativo de las consecuencias de la inflación, Inegi revela que el sector de la vivienda se contrajo 9,1 por ciento en 2020 y ese pésimo panorama se repite o puede agravarse al cierre de este año y comenzar el que viene con esa tara.
Anunció que la próxima decisión de política monetaria, la última en el año, está programada para el jueves 16.
Banxico tiene una meta permanente de inflación del 3,0 por ciento +/- un punto porcentual, pero la verdad la supera en más del doble.
Sólo en noviembre, los precios al consumidor crecieron 1,14 por ciento, mientras que el índice subyacente subió 0,37 por ciento, informó el Inegi.
El aumento del INPC se vio impulsado en el mes por incrementos de precios en algunos productos agropecuarios y tarifas eléctricas.
gas/lma