El ministro de Economía y Finanzas, Patrick Boisvert, explicó al diario Le Nouvelliste que el Estado destinó 150 mil millones de gourdes (unos mil 500 millones de dólares) de 2010 a 2020 en el subsidio, y el pasado año el importe alcanzó los 30 mil millones de gourdes (cerca de 300 millones de dólares), lo que representa un tercio de los ingresos recaudados.
“Esta es una situación catastrófica. No podemos integrar ningún programa serio con las instituciones internacionales con esta mesa”, dijo el titular y lamentó que el Gobierno recibió financiación monetaria del banco central por valor de 49 mil millones de dólares (unos 490 millones de dólares).
Según el funcionario, los subsidios influyen directamente en el poco crecimiento económico del país, ya que a pesar de los esfuerzos son incapaces de controlar las finanzas públicas.
“Nunca hemos podido ejecutar el presupuesto de inversión, el crecimiento previsto y buscado se ha quedado en el papel. Por lo tanto, es difícil reducir la pobreza y la desigualdad en el país”, señaló el ministro que asumió el cargo en 2020.
El pasado martes las autoridades confirmaron el fin de los subsidios a los derivados del petróleo, por lo cual la gasolina, el diésel y el keroseno aumentaron un 24, 108 y 115 por ciento, respectivamente.
Esta medida será efectiva a partir de mañana viernes, aunque el ejecutivo aseguró que la disposición no incrementará los precios de la transportación colectiva.
De acuerdo con Boisvert, actualmente trabajan con los sindicatos para establecer una lista de vehículos de transportación colectiva que podrían acceder a una subvención específica para asegurar se mantengan estables los precios del transporte de pasajeros.
Sin embargo, otras organizaciones sindicales como la Kowalisyon chofè moto legal (Coalición de conductores de motocicletas) denunciaron el alza y subrayaron que incidirá en sectores más vulnerables del país.
Por su parte, los partidos Ayiti An Aksyon (Haití en acción) y Viv Ayiti (Viva Haití) expresaron su oposición a la disposición y criticaron que antiguos opositores al presidente asesinado Jovenel Moïse, ahora defienden el aumento porque pasaron a las filas del Gobierno.
Varias de estas plataformas aseguraron que llamarían a una movilización popular para obligar a las autoridades a dar marcha atrás a la medidas, como sucedió a mediados de 2018.
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