Las tensiones obligaron a más de 30 mil personas a huir de sus hogares y provocaron la interrupción de las operaciones de ayuda en la zona, lamentó la agencia de la ONU para los refugiados (Acnur).
Se trata del último episodio en la difícil relación entre los pastores, pescadores y agricultores de la región, que han visto cómo las aguas y afluentes del lago Chad se reducen drásticamente, debido a la sequía provocada por el cambio climático.
En Ginebra, el portavoz de la Acnur, Boris Cheshirkov, explicó que los enfrentamientos habían estallado en los últimos días en el pueblo de Ouloumsa, a raíz de una disputa por la disminución de los recursos hídricos.
Como resultado de la escalada de violencia, cerca de diez aldeas en la región del Extremo Norte fueron reducidas a cenizas, comentó.
Los nuevos enfrentamientos intercomunitarios causaron la muerte de al menos 22 personas, mientras otras 30 resultaron gravemente heridas.
Los combates estallaron el 8 de diciembre en la ciudad camerunesa de Kousseri, un centro comercial de 200 mil habitantes.
Además de la destrucción del mercado de ganado, Cheshirkov señaló que «al menos 10 mil habitantes de esa ciudad huyeron a la capital de Chad, N’djamena, ubicada a pocos kilómetros de los ríos Chari y Logone, que marcan la frontera con Camerún.
El funcionario de Acnur señaló que ocho de cada 10 desplazados son niños y mujeres, muchas de ellas embarazadas.
La agencia de la ONU agradeció la hospitalidad de Chad hacia los recién llegados, a pesar de que ya alberga a cerca de un millón de refugiados y desplazados internos.
En colaboración con las autoridades, Cheshirkov afirmó que las agencias de la ONU y sus socios apoyarán a los refugiados cameruneses con albergue y asistencia de emergencia.
Aunque se enviaron fuerzas de seguridad a las zonas afectadas, el portavoz de Acnur señaló que la situación seguía siendo volátil, lo que obliga a esa entidad a suspender sus operaciones en la región.
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