De acuerdo con un nuevo modelo diseñado por los científicos de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, sin otras medidas adicionales a las del llamado Plan B implementado días atrás por el gobierno británico, las muertes a causa de la enfermedad podrían oscilar entre 25 mil y 75 mil para abril de 2022.
En el mejor de los escenarios, asegura el estudio, la variante, mucho más contagiosa que cualquier otra detectada hasta el momento, podría generar un pico de dos mil hospitalizaciones diarias, para un total de 175 mil personas ingresas y 24 mil 700 decesos entre el 1 de diciembre y el 30 de abril.
De darse el caso de que Ómicron logre evadir la efectividad de las vacunas de refuerzo, y sin restricciones sociales más fuertes, en ese mismo periodo de cinco meses podría haber casi medio millón de hospitalizaciones y alrededor de 74 mil 800 fallecidos, agregaron los especialistas de la universidad londinense.
Los expertos consideran, sin embargo, que con prohibir la aglomeración de personas en espacios cerrados, cerrar algunas centros de entretenimiento y limitar el número de personas que pueden participar en los eventos a partir del año próximo, las alarmantes cifras se podrían reducir a 53 mil ingresos y siete mil 600 muertos.
Según informaron las autoridades de Salud británicas, este sábado se detectaron otros 633 casos de la variante Ómicron en el Reino Unido, para un total de mil 898 desde que se identificó el primer contagio en el país apenas dos semanas atrás.
Tras la aparición de esa variante identificada por primera vez en Sudáfrica el mes pasado, el gobierno británico cerró sus fronteras a una decena de país del cono sur africano, comenzó a exigir pruebas negativas de Covid-19 a todos los viajeros internacionales, e impuso el uso obligatorio de la mascarilla en el transporte público, tiendas y demás espacios cerrados.
También restableció el teletrabajo para todo el que pueda laborar desde casa a partir del lunes próximo, impuso el pasaporte de vacunación para acceder a los clubes nocturnos y eventos masivos y decidió que los contactos de los casos positivos a Ómicron tendrán que hacer una prueba de PCR, en lugar de autoaislarse como hasta ahora.
Aunque todavía se desconoce la magnitud de la peligrosidad de Ómicron, sobre todo en un país con más del 80 por ciento de su población totalmente vacunada, los expertos consideran que las medidas tomadas por el gobierno podrían resultar insuficiente.
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