A través de la instrumentalización política de los derechos humanos y la democracia, pretende “dividir al mundo entre aliados del imperio y países independientes”, advirtió el mandatario.
Desde el Palacio de Miraflores, la víspera, Maduro subrayó que “nosotros no creemos en la división del mundo o en la escalada de conflictos, creemos en un mundo pluripolar, multicéntrico y sin hegemonias”.
El jefe de Estado abogó por el respeto a la diversidad política e identidad propia de las naciones soberanas, al tiempo que revalidó su confianza en el surgimiento de una nueva humanidad y un siglo XXI sin imperios.
Al respecto, el secretario Ejecutivo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), Sacha Llorenti, exhortó a mantenerse alerta ante el uso de los términos de derechos humanos, democracia y paz para confundir a la población.
“Quienes hablen en nombre de la paz y no condenen al imperialismo o son muy ingenuos o son cómplices porque la verdadera lucha por la paz es irreductiblemente antiimperialista, anticolonialista, anticapitalista y antipatriarcal”, recalcó el alto funcionario del ente regional.
A propósito del Congreso Mundial de los Pueblos por la Paz, que abordó la necesidad de la democracia popular ante la crisis multidimensional, señaló ello supone una oportunidad para la unidad de los pueblos independientes, “de los que nos negamos a ser arrodillados y sometidos por nuevas formas coloniales”.
Por su parte el presidente venezolano manifestó que una nueva humanidad surgirá de las luchas y batallas permanentes, de reconocer en la diversidad el gran poder de la humanidad.
Exhortó a luchar por un mundo mejor, «somos un solo pueblo, una sola humanidad, un solo sueño: una humanidad ya definitivamente sin imperio ni hegemón, ni chantajes ni sanciones; una humanidad de diálogo entre civilizaciones, religiones, cultural, de las idiosincrasias de los pueblos».
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