Así lo determinó el accidentado y controversial sorteo de la UEFA este lunes en Nyon, Suiza, para determinar los pareos de octavos de final de la Liga de Campeones de Europa de Fútbol.
Duelo PSG-Real Madrid marca octavos de final de Champions
Amanecer apacible para Real Madrid, Barcelona en crisis
Dos choques, el primero en París en febrero y el segundo en Madrid en marzo, para llenar con mucha leña el fuego del morbo en el más popular de los deportes.
Sin varios los temas que rodean a este match, si así puede llamársele. De entrada, la escuadra merengue lleva tiempo negociando contratar a Kylian Mbappé, pero el jovencito parisino se mantiene atado al PSG que no ha cesado de ponerle en la mesa jugosas renovaciones.
De momento, el veloz delantero termina contrato el próximo verano y pudiera irse libre al Madrid, algo que todavía está por verse. Pero que aterrice en el Bernabéu de contrincante de su posible club del futuro parece una paradoja.
En paralelo, volverá al emblemático estadio de “la casa blanca” Sergio Ramos, capitán del plantel capitalino español durante 16 años, quien se marchó disgustado al PSG en junio último. En suma, también estará el argentino Lionel Messi, rescindido del Barcelona.
Y para completar, el brasileño Neymar Junior, otra figura esencial del París Saint Germain (PSG) que dirige el argentino Mauricio Pochettino.
Al final, ya el italiano Carlo Ancelotti, técnico del Real Madrid, lo había dejado claro: “no importa el rival en octavos, porque si quieres ganar la Champions, hay que ganar a los mejores”.
Sin embargo, no es lo mismo avanzar contra el Benfica, el contendiente que tocó a su conjunto en el sorteo fallido de la UEFA, que al poderoso PSG.
Cierto que, al día de hoy, el Real Madrid se encuentra en un estado de gracia, con 10 victorias al hilo, el francés Karim Benzema de Pichichi (13 goles), el brasileño Vinicius Junior en franco ascenso con goles, asistencias y regates.
Además, con el mediocampo más sólido de Europa (el croata Luka Modric, el alemán Toni Kroos y el brasileño Casemiro), junto con un portero estelar (el belga Thibau Courtois) y dos centrales de lujo (el austriaco David Alaba y el brasileño Militao).
Empero, si bien el PSG aún no ha ajustado su maquinaria acorde con las superestrellas de su plantilla, puede hacerlo en dos meses en los cuales al Real Madrid le costará trabajo mantener su nivel actual.
Queda camino por andar, de todas formas.
mem/ft