En Petion Ville, al sudeste de Puerto Príncipe, conductores de autobuses detuvieron el tráfico hacia las avenidas Panamericana y Canapé Vert, ejes esenciales que atraviesan la ciudad.
También prendieron fuego a algunos neumáticos y criticaron la medida del Gobierno, que duplicó el precio de productos como el diésel y el keroseno, mientras la gasolina sufrió un incremento del 24 por ciento.
“El Gobierno no puede subir el combustible y pretender que nos quedemos tranquilos. Los precios de todo ya se dispararon, y además hay que luchar contra la inseguridad y las pandillas. Los pobres no podemos con ese aumento”, dijo a Prensa Latina uno de los manifestantes en la calle Faubert.
También en Lascahobas, localidad del departamento de Centro, un grupo de conductores sindicalizados iniciaron un movimiento de huelga contra la decisión gubernamental, y cruzaron autobuses en las arterias para impedir el paso de los vehículos y motocicletas.
Este grupo amenazó con interrumpir el tráfico hasta que el Gobierno de marcha atrás a la medida, que se hizo efectiva el pasado viernes.
Por su parte, las autoridades defienden que el alza permitirá aumentar los gastos sociales y en materia de seguridad, mientras insisten en que los mayores beneficiados son los sectores más ricos del país.
El viernes pasado, otro movimiento similar bloqueó algunas avenidas en el sudeste de la capital, mientras que la zona de Carrefour también se registraron protestas.
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