La agencia de las Naciones Unidas (ONU) tiene como objetivo inocular a unas siete mil 500 personas en sus Puntos de Respuesta para Migrantes, en las ciudades de Adén y Ma’rib.
Inmunizar a las personas que se desplazan es fundamental para combatir la propagación de la enfermedad, explicó la Jefa de Misión en Yemen, Christa Rottensteiner.
Se calcula que 36 mil migrantes quedaron varados en el país del Oriente Próximo debido a las restricciones de movilidad impuestas en la región debido a la enfermedad causada por el SARS-CoV-2.
De ellos, casi tres mil 500 están en Ma’rib, en su mayoría durmiendo en condiciones de hacinamiento e insalubridad, donde el virus puede propagarse fácilmente.
La vacunación es aún más crucial en esa ciudad, donde el conflicto en curso sigue debilitando las instalaciones sanitarias e interrumpiendo la cadena de suministro de medicamentos, comentó Rottensteiner.
Según la alta oficial, todavía no hay suficientes dosis para proteger a todos los yemeníes de esta enfermedad.
«Un mayor apoyo de la comunidad internacional para suministrar al país suficientes vacunas salvará vidas», agregó.
La pandemia ha tenido graves consecuencias para la salud, el bienestar y los ingresos de los habitantes de Yemen.
La emergencia sanitaria agravó las múltiples crisis que ocurren en Yemen debido al conflicto en curso que estalló en 2015 entre las fuerzas rebeldes Houthi y una coalición liderada por Arabia Saudita. Desde marzo del 2020 hasta el 12 de diciembre del 2021, el país bicontinental registró más de 10 mil contagios en el país, pero es difícil evaluar el impacto real de la pandemia debido a la escasez de pruebas e informes.
Desde abril, la OIM apoyó los esfuerzos del Ministerio de Salud para vacunar a las poblaciones de riesgo, como los trabajadores de salud, las personas con enfermedades crónicas y los ancianos.
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