La caminata partió desde el monumento a los caídos en el barrio mártir de El Chorrillo hasta la Asamblea Nacional (parlamento) para condenar la operación bélica denominada Causa Justa que protagonizaron unos 26 mil soldados contra un pueblo indefenso.
La universitaria Ashley Zamora, de la organización estudiantil Pensamiento y Acción Transformadora (PAT), explicó a Prensa latina que esta lucha no se detendrá hasta que los panameños conozcan toda la verdad sobre el acto vil y cobarde que sesgó la vida de civiles inocentes.
Por su parte, Vlado Álvarez, un activista sindical, señaló la necesidad de consolidar la unidad de las diversas organizaciones populares y llevar conciencia a las nuevas generaciones sobre aquel genocidio, del cual seis gobiernos de turno hacen silencio cómplice.
Antes, la Comisión Nacional 20 de diciembre, encargada de investigar los acontecimientos y atender los procesos de identificación de las víctimas, rindió de forma virtual un informe de su labor mediante videoconferencia.
El catedrático Juan Planells, al frente de ese colectivo adscrito a la cancillería, precisó más temprano a Prensa Latina que contarán desde 2022 con un moderno laboratorio de ADN para la identificación de restos de cadáveres hallados en exhumaciones en los cementerios Jardín de Paz, en la provincia de Panamá, y en Monte Esperanza, en la caribeña Colón.
También Trinidad Ayola, presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos de los caídos en la invasión, adelantó la esperanza de poder contar con un Museo que recoja en imágenes, testimonios, documentales, y otros soportes, la verdad sobre aquellos trágicos sucesos.
Hasta la embajada de Estados Unidos en las inmediaciones del Canal llegó otra caminata organizada por gremios sindicales para manifestar su repudio a la agresión norteamericana y denunciar el entreguismo a Washington de gobiernos neoliberales de turno.
Mientras el presidente de la República, Laurentino Cortizo, participó en la Iglesia Nuestra Señora de Fátima de El Chorrillo en un acto para la develación y bendición de la obra “En Memoria de los Caídos del 20 de diciembre de 1989”, del artista panameño Aristides Ureña.
El Ejecutivo emitió un decreto que declaró este 20 de diciembre como Día de Duelo Nacional en recordación a las víctimas de la invasión norteamericana, iniciativa que los movimientos sociales consideran insuficiente, pues debería tener rango de ley.
Este lunes la norma estableció que la insignia nacional ondeara a media asta, disposición que en solidaridad con el pueblo panameño acataron representaciones diplomáticas como la de Cuba.
msm/ga