Según el comunicado emitido por el ministerio de Medioambiente, Alimentos y Asuntos Rurales, el pacto garantiza el acceso a las zonas de pesca compartidas por ambos, y fija un límite de hasta 140 mil toneladas de captura para la flota británica en 2022.
Londres y Bruselas también acordaron mantener conversaciones constructivas sobre temas específicos del sector pesquero, que resultó ser uno de los asuntos más espinosos durante las negociaciones del acuerdo posBrexit firmado «in extremis» en la Navidad del año pasado.
El ministro británico de Medioambiente, George Eustice, celebró el nuevo pacto, y tras resaltar que es el primero que sella el Reino Unido con la UE en su condición de Estado costero independiente, aseveró que satisface los intereses del país.
Este acuerdo no pone fin, sin embargo, a la disputa que mantienen Londres y París sobre las nuevas licencias que deben solicitar los barcos franceses para faenar en aguas británicas.
Las autoridades galas acusan al gobierno británico de negarles los permisos a sus embarcaciones y piden a la UE que tome medidas legales, pero el Reino Unido, que dice haber otorgado cerca de un centenar de licencias, argumenta que los solicitantes deben demostrar que ya pescaban en esos caladeros antes del Brexit.
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