De apenas 27 años y con cuatro campañas en el “Big Show”, el nipón ya es historia, pues desde el inicio del béisbol en la segunda mitad del siglo XIX a la fecha, solo él ha sido capaz de conectar 40 o más jonrones y ponchar a 100 como mínimo en una contienda.
Se dice fácil pero no lo es, solo pensar que por los diamantes han pasado más de seis mil 500 lanzadores con el centenar de retirados por la vía de los strikes en un curso, pero aún más espectacular es que solo apenas 351 bateadores han despachado 40 o más bambinazos en una contienda.
Lo extraordinario, es que «ShoTime», como le llaman sus admiradores, terminó la temporada con 155 partidos y 537 veces al bate, pegó 138 hits, incluidos 26 dobles, ocho triples y 46 jonrones, con 103 carreras anotadas, 100 impulsadas y 26 bases robadas.
Respaldados por esos números, Ohtani ganó el premio Bate de Plata como bateador designado y el «Premio del Comisionado al Logro Histórico», tras convertirse en el primer jugador en ser convocado al Juego de Estrellas como lanzador y bateador.
Ese día, el 13 de julio de 2021 quedó para la historia como el Show de Ohtani en el estadio Coors Field de Colorado, donde fue parte del espectáculo en el Derbi de jonrones, abrió desde el box y fungió como designado y primer hombre al bate por el equipo de la Liga Americana.
Pero si esto ya es fabuloso, su trabajo desde la lomita igualmente lo fue, pues en 23 salidas, ganó nueve juegos y perdió dos, retiró por la vía de los «stikes» a 156 hombres en 130.1 entradas, con 3.18 promedio de carreras limpias y 1.09 de WHIP.
De ahí que los amantes del deporte de las bolas y los strikes califique su actuación como icónica y colosal, tal como lo consideró el jurado que le eligió el Jugador Más Valioso (MVP) del «nuevo circuito» en 2021, por encima de otras estrellas del «Big Show».
GANADORES DE PREMIOS INDIVIDUALES… Y EL CAMPEÓN
En 2021 la Asociación de Escritores de Béisbol de América concedió el trofeo de MVP de la Liga Nacional a Bryce Harper de Filis de Filadelfia; en tanto el Cy Young se lo entregaron a Robbie Ray, de Azulejos de Toronto, y a Corbin Burnes (Cerveceros de Milwaukee).
Como los novatos más sobresalientes fueron la segunda base de los Rojos de Cincinnati, Jonathan India, y el jardinero cubano de Rayos de Tampa Bay, Randy Arozarena.
Mientras, los mentores más destacados resultaron por la Liga Americana Kevin Cash de los «Rayos», y por la Nacional Gabe Kapler, de Gigantes de San Francisco.
LATINOS PROTAGONISTAS EN BIG SHOW
Los jugadores latinos también ratificaron su calidad, entre ellos el inicialista dominicano Vladimir Guerrero (Azulejos de Toronro) fue toda una sensación madero en ristre, y junto al venezolano Salvador Pérez (Reales de Kansas City), comandaron los jonrones con 48.
El propio receptor de Kansas lideró las carreras impulsadas con 121, seguido del cubano José Abreu (Medias Blancas de Chicago, 117), mientras el también dominicano Starling Marte (Atléticos de Oakland) dominó las bases robadas con 47.
Igualmente, el líder de bateo de la Liga Americana con .319 de average fue el cubano Yulieski Gurriel (Astros de Houston), quien además ganó el Guante de Oro como mejor primera base defensivo.
Asimismo, su compañero y coterráneo Yordan Álvarez resultó el MVP en la serie divisional contra Medias Rojas de Boston, al tiempo que otro cubano que destacó fue el jardinero Jorge Soler, vital en el triunfo 4-2 de Bravos de Atlanta sobre Astros de Houston en la Serie Mundial. En el llamado clásico de otoño, Soler resultó un dolor de cabeza para los lanzadores de Houston, a quienes les conectó seis indiscutibles, impulsó igual cantidad de carreras y anotó cuatro,
Sin embargo, lo relevante y extraordinario, es que de esos seis imparables, tres fueron a parar más allá de las cercas en momentos claves y definitorios para que los Bravos se hicieran con su cuarto título de la historia, el primero desde 1995, y el fornido toletero obtuvo el MVP de la Serie Mundial.
MONARCAS EN OTRAS LATITUDES
Disputada en la ciudad mexicana de Mazatlán, la edición 63 de la Serie del Caribe dejó como titular a una novena de República Dominicana: Águilas Cibaeñas, que se llevó el triunfo de manera invicta, tras vencer 4-1 en la final a la puertorriqueña de Criollos de Caguas.
Junto a esos conjuntos asistieron al evento disputado por primera vez en 1949 el mexicano Tomateros de Culiacán –tercer lugar-, así como el panameño Federales de Chiriquí, el colombiano Caimanes de Barranquilla y el venezolano Caribes de Anzoátegui.
Por otro lado, en Japón y Corea del Sur, ligas profesionales de gran prestigio, especialmente la nipona que solo es superada por la MLB, subieron a la cima las Golondrinas de Yakult y el KT Wiz de Suwon, respectivamente.
jdg/rws
(*) Periodista de la redacción Deportes de Prensa Latina.