El estudio coordinado por la doctora Aleida Azamar Alonso, investigadora del Departamento de Producción Económica de la UAM, señala que contabilizaron 69 localidades en México con presencia de litio, en las cuales 11 yacimientos se encuentran en distintos procesos de exploración.
Esto hace necesario advertir las consecuencias de su manejo, sobre todo de impacto ambiental pues requiere de un uso intensivo de agua, advirtió.
El problema, añade, no son en sí los proyectos, sino las consecuencias y el manejo de estos, pues si bien el litio no es tan dañino como otros minerales metálicos, los estudios disponibles ya han señalado los altos costos socioambientales, especialmente en el uso de agua y emanaciones de procesos químicos.
La investigadora explicó que, si bien hoy en día solo hay 11 campos que están siendo explorados en distintos procesos, al menos cuatro de ellos, localizados en Jalisco, Puebla y dos en Sonora, fueron seleccionados por el gobierno para proyectos en conjunto con Alemania, Canadá, Estados Unidos, Japón y Gran Bretaña.
Los siete restantes, al parecer, ya fueron concesionados al sector privado y se ubican en los estados de San Luis Potosí, Zacatecas, Baja California y Sonora, agrega la académica.
La doctora, egresada de la Universidad Complutense de Madrid, expuso que de dichos depósitos el más conocido y de reciente descubrimiento es el de Bacanuchi, Sonora, supuestamente con 243 millones de toneladas, lo que representa una cantidad de clase mundial.
El plan extractivo es de alrededor de 100 mil hectáreas, una extensión territorial que quizá se incremente con el paso del tiempo y que equivale casi al tamaño de toda la Ciudad de México.
Dijo que hay llamados a la nacionalización de este mineral siguiendo el ejemplo de la región andina, pero en México el gobierno está consciente de su incapacidad para aprovechar de manera eficiente este recurso, ya que no posee tecnología, experiencia ni la cantidad de dinero para invertir en un proyecto de esta categoría.
Explicó que la cadena de valor completa del litio está muy concentrada, en especial por China, con quien, dijo, «México tiene prohibido hacer negocios, a menos que pida permiso a Estados Unidos, como lo marca el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (TMEC)».
Advierte que esa situación generada por el TMEC podría provocar las mismas tensiones que llevaron al golpe de Estado en Bolivia el año pasado.
Azamar Alonso alertó que el descubrimiento de bancos de litio en el país despertó gran interés por parte de políticos y empresarios debido a la enorme oportunidad económica que representa.
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