Una banda de cinco integrantes atrapada presuntamente actuó en varios departamentos territoriales, mediante un recurrente repertorio de engaños a objetivos preseleccionados.
El Ministerio del Interior informó que la última de sus víctimas, de 92 años, recibió una llamada de un hombre que dijo ser su sobrino y le pidió dinero para desbloquear una cuenta bancaria, y así se hizo de dos mil quinientos dólares.
A partir de la denuncia de este caso y la revisión de las cámaras de vigilancia cercanas al domicilio de la mujer, donde entregó el dinero a los sospechosos, fue así que agentes investigadores lo empataron con otras situaciones similares.
Autoridades policiales dieron cuenta de distintas partidas de hasta 10 mil dólares sustraídas mediante semejantes procedimientos y la confiscación de vehículos y otros medios para la actividad ilícita.
Pese a frecuentes alertas a la población adulta mayor en medios informativos, sus propios espacios reportan a diario disímiles engaños por vía telefónica como supuestos cambios bancarios de billetes monetarios o rescate de un nieto secuestrado en los que ancianos perdieron ahorros de toda la vida de trabajo.
Sin embargo, otros más advertidos contribuyeron a tenderles celadas a los picaros que acudieron a una cita en la que terminaron esposados y en manos de la justicia.
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